O-mo-te-na shi- esta palabra japonesa ha ganado mucha popularidad en todo el mundo por el discurso de Christel Takigawa, embajadora de la candidatura para los JJOO de Tokio en 2020.
Omotenashi expresa la actitud de estar en servicio por un huésped sin interés propio a cambio: el espíritu de la hospitalidad desinteresada. Es una conexión sutil en la que la confianza, el placer y el respeto se entretejen en un enfoque impregnado de un sentido natural de deferencia, un enfoque exquisito al arte de recibir a los invitados.En el ejercicio reverencial hacia todo y hacia todos se ofrece el mejor servicio posible sin esperar una recompensa. Y en el servicio se presta la máxima atención a los detalles, la presentación y la calidad e incluso se anticipa los deseos de un huésped. Al mismo tiempo omotenashi describe el balance entre atención absoluta y discreción.
Durante un viaje a Japón tuvimos la oportunidad de asistir en Nara a una ceremonia de té clásica el Cha no yu en que se prepara el té matcha siguiendo meticulosamente un ritual. La ceremonia fluía con entera dedicación y entrega que parecía una meditación enfocada en el momento, con silenciosa concentración a los pasos a seguir.
Detrás de esta concentración al detalle que nos llama tanto la atención en el Occidente está la filosofía de ICHI-GO ICHI-E. El término significa "solo esta vez" pero también se puede interpretar como “una oportunidad en la vida”. Es una invitación a valorar cada momento de la vida, indiferentemente de su aparente relevancia. Cada momento es único e irrepetible que se debe experimentar en su máxima plenitud. El encuentro entre el huésped y su anfitrión se entiende como una celebración y expresión de esta filosofía que el gran maestro de té Sen no Rikyu describe: " Recibe tu invitado de todo corazón sintiendo que será una vez en la vida, sirve el té a tus invitados y amigos para que se sientan cuanto más confortable, porque no sabemos si podremos vernos otra vez." De ahí entendemos omotenashi como actitud en un servicio al prójimo y al mismo tiempo a si mismo.
Omotenashi expresa la actitud de estar en servicio por un huésped sin interés propio a cambio: el espíritu de la hospitalidad desinteresada. Es una conexión sutil en la que la confianza, el placer y el respeto se entretejen en un enfoque impregnado de un sentido natural de deferencia, un enfoque exquisito al arte de recibir a los invitados.En el ejercicio reverencial hacia todo y hacia todos se ofrece el mejor servicio posible sin esperar una recompensa. Y en el servicio se presta la máxima atención a los detalles, la presentación y la calidad e incluso se anticipa los deseos de un huésped. Al mismo tiempo omotenashi describe el balance entre atención absoluta y discreción.
Durante un viaje a Japón tuvimos la oportunidad de asistir en Nara a una ceremonia de té clásica el Cha no yu en que se prepara el té matcha siguiendo meticulosamente un ritual. La ceremonia fluía con entera dedicación y entrega que parecía una meditación enfocada en el momento, con silenciosa concentración a los pasos a seguir.
Detrás de esta concentración al detalle que nos llama tanto la atención en el Occidente está la filosofía de ICHI-GO ICHI-E. El término significa "solo esta vez" pero también se puede interpretar como “una oportunidad en la vida”. Es una invitación a valorar cada momento de la vida, indiferentemente de su aparente relevancia. Cada momento es único e irrepetible que se debe experimentar en su máxima plenitud. El encuentro entre el huésped y su anfitrión se entiende como una celebración y expresión de esta filosofía que el gran maestro de té Sen no Rikyu describe: " Recibe tu invitado de todo corazón sintiendo que será una vez en la vida, sirve el té a tus invitados y amigos para que se sientan cuanto más confortable, porque no sabemos si podremos vernos otra vez." De ahí entendemos omotenashi como actitud en un servicio al prójimo y al mismo tiempo a si mismo.
